Inspírame a sumergirme en tu lienzo, navegar en
tus acuarelas y a estar a merced de tus pinceladas; ser parte de tu historia,
dedicarte un verso eterno cerca de tus mejillas, nariz y barbilla. Deshacerme
de lo que me ataba, volar junto a ti en una pintura realizada por ambos,
sujetados de manos e impresionando a quienes asombrados nos admiren. Tu ser
quien a mi grafito le de punta, deslice en miles de papeles lindas letras
llenas de amor, ser tu esa quien a mi mente llegue, la haga despegar, la haga
volar y prosas soltar. Ser tu y yo un Piccaso o un da Vinci, ser tan
tempestuoso como el vaivén que deja Perséfone en sus viajes del olimpo al
inframundo, dejando a su ida tristeza y en su vuelta el hermoso brillo de la
primavera. Ser distintos amores, ser perfectos como Platón, un amor lógico como
Aristoteles, metódicos y analíticos como Descarter, éticos y correctos como un
amor Spinozo, ser tuyo por su puesto tu mía un amor tiránico como Hobbes,
desgastar nuestros cuerpos de manera liberal como lo sería un amor Lockiano, un
amor Rousseaoso salvaje e indomable, ser eternos y transcendentales como un
amor Kantiano, ser tú en mí y yo en ti elocuente y dialectico tal como lo sería
un amor hegeliano, ser un amor Marxista revolucionarios ante las adversidades;
un amor Comtiano positivo y feliz, por ultimo ser un amor nietzscheniano libre
del bien o del mal, convirtiéndonos en todo dentro de esta irremediable nada.
martes, 27 de febrero de 2018
Nubes de esperanza.
I
Otra vez solo, otra vez la oscuridad, de nuevo en
la lluvia no lo puedo evitar, son ya sentimientos natos en mí, que me queman,
consumen y ahogan, que me subyugan y afligen, me crucifican delante de todos y
yo en silencio, sentimientos muertos, no muerto como falta de vida, si no
muertos de mi muerte.
Resignado ya al abandono, desechado por el
olvido, carcomido por las dudas y ansiedades, siempre soy yo… Ese el dudoso, el
inseguro, apostado por una muerte, muerte rápida, sin dramas, sin llantos ese
soy yo anhelado desvanecerme.
Pues aquí me encuentro, ya decidido, con todo
listo, drogas, analgésicos, hojillas, cigarros, fuego, cualquier cosa que me
sirva para hacer llegar mi fin, preparado para todo, mi fin…
Ya estoy listo pienso, imaginando, queriendo
saber que piensan, que piensan ellos, las sobras que me rodean, quienes dicen
quererme y acompañarme, o las sombras que me abandonaron, los seres que nunca
estuvieron y quienes murieron dejándome en mi soledad, saber que piensan.
II
-Quien dijo nunca abandonarme-
Me decepciono, si quiere soledad que solo este,
ya desisto de él, ya no tiene reparo, ya es un adicto al dolor, a los placeres
y a su estúpido hedonismo que lo volvió más distante, más grosero, mas de lo
que odio ¿Por qué, por qué no puede ser como yo? Me pregunto cada día, pero ya
desisto de él, si no se vuelve un yo, un monótono mujeriego, irresponsable para
las responsabilidades y responsable a las irresponsabilidades, con aires de
grandeza, pues nunca ni ahora ni después tendrá mí apoyo, ya solo esta que solo
se quede.
-Quien me abandono y volvió-
Aquí me encuentro a su lado, culpable de su dolor,
de su soledad, no le debí abandonar aquella vez, cuando por primera vez él me
necesito, cuando de verdad tuve que ser su hermano mayor, ahora pago lo que
hice, volviendo su alma tan sola y negra, tan cansada con tan solo un cuarto de
sigo de vida, lo dañe, solo quiero enmendar, remediar todo, complaciendo,
queriendo llenar sus vacíos, autolesionando mi corazón apoyando sus acciones,
aquí estoy intentando rescatar quien está solo.
-El que nunca estuvo-
Soy yo no más nadie, si él no me acepta es él el
errado, no me importa lo que piense, no me importa lo que sienta, no me importa
lo que me diga, solo es un pedazo de mi salido de mis bolas y parido por una
vagina con boca, fingiré quererle, fingiré entenderle, fingiré educarle,
fingiré todo, solo lo utilizare, utilizare su triste y patética vida para yo
ser feliz, ya solo lo deje una vez, que solo viva ya.
III
Respiro pensando en ellos, tan solo llevo tres,
tres almas, tres mentes, tres vidas, tres ideas, no creo que me haya equivocado
en lo que piensan de mi, no lo creo, llevo toda mi vida observando, escuchando
y analizando, es lo que demuestran, no lo que dicen es esto lo que digo, sigo
decidido en lo que hare, después de esto más firme en mi muerte estoy, lo hare
hoy, esta noche, a la hora pautada, tal vez esta vez sí lo logre por fin, esta
vez sí muera.
Ahora voy a por ti, quien me engendro, a quien
espero ver allá en mi ansiado lugar de reposo, a ti quien perdiendo pido, ojala
te vea y te lo pueda decir, me puedas perdonar y abraces, me beses como lo
hacías, volver a fantasear conmigo, soñar en ser mejores, ojala lo hagas espero
que sí.
IV
-Quien me amo, no me quiso dejar pero lo
hizo-
No lo quise hacer, perdón, perdón hijo, no este
así, no lo hagas, no lo pienses, me queman por dentro tus ideas de morir, me
satura tus deseos de desaparecer, ya tu me hacías feliz; aunque no me puedas
tocar, besar ni abraza hijo en ti siempre voy a estar, perdón de nuevo hijo, se
feliz inténtalo, tu puedes, solo hazlo ¿Por qué no lo intentas? Eso a sido peor
que mi muerte, eso me esta doliendo más que haberte dejado, eso me esta
doliendo más que haberte dejado ¿Acaso no lo sientes? ¿No lo ves? ¿Has olvidado
lo que te enseñe? No lo puedo creer, tanto que en ti confíe, ahora te conozco
de corazón y… Aun así después de descubrir tus demonios hijo te amo y te
perdono, de nuevo te lo digo, se feliz tu puedes, aunque sientas que no tienes
logros, que nada tiene sentido, aunque solo te veas, aunque te frustres y
llores, te lamentes y sufras, eres un luchador, un alma fuerte eres tu, más
nadie; mis esperanzas están en las estrellas, en la luna, en el sol y en las
nubes que tanto admiras, si ahora lo sé, ya se cual es tu cosa favorita, son
las nubes, ojala lo hubiese sabido antes, allí están postradas esperando por
ti, echas para ti, alcánzalas hijo, pero no así no en tu muerte. Aquí te
esperare hijo, a su tiempo, cuando menos te lo esperes nos reuniremos,
estaremos juntos, te besare, te abrazare, te cocinare, te aplaudiré, hare que
me escribas esas cartas de amor que tantos admiran, esas cartas que le
escribías a tus amores, ahora eso lo sé también, mi gran don de amar ya se a
quién lo herede, te lo deje a ti. Cuando nos reunamos todo eso que extrañas lo
hare realidad, te perdono, sépalo hijo si lo perdono, sea feliz hágalo
inténtelo… Y recuerda no estás solo mientras las nubes están en el cielo.
V
Luego de horas, de minutos y segundos pensándolo,
fue ella quien de nuevo me detuvo, fue ella quien me ilumino, fue ella aunque
sin estarlo me salvo, fue ella quien en una nube me hablo, en una nube me
rescato, en una nube me elevo al cielo, fue ella de nuevo quien frustro mis
planes suicidas, quien me dio esperanzas.
Pase el resto de la noche conversando con ella,
respondiendo sus preguntas, conociéndonos más de lo que ya lo habíamos hecho,
parecía un psicótico riendo, llorando, peleando solo, pero allí estaba sentado,
conversando con ella, llenándome de nuevo de ilusiones nuevas, de sueños y
razones para vivir, no era ella, era yo mismo resolviendo mi vida, pero esa fue
la razón que le quise dar, era yo dándome un inicio, digo que es ella pues en
ella me inspire a continuar; pasaron más las horas, sin contar los minutos de
nuevo amaneció, el sol salió y calentó mi cara, a mis odios el sonido de los
pájaros llego, admire el inicio del amanecer por la ventana, ya decidido de que
no lo haría ni intentaría matarme más, era momento de superar esa etapa, era
momento de seguir, insistir y persistir, solo habían dos cosas simples por
hacer. Desechar mis herramientas de tortura, navajas, drogas que comprendes
desde pastillas hasta de las que se esnifan, esa noche iba con todo mi arsenal,
con todo a ponerle fin a mi historia de terror y como un común cuento de terror
al salir el sol renació la esperanza, renació de nuevo lo que pensé alguna vez
estaba muerto, deseche todo, sonreí y una última lagrima de ese dolor en mi
cara rodo. Respire y supe que supere todo, ya solo me quedaba una cosa absurda
por hacer para culminar mi intento de tragedia, era tal vez un capricho tonto,
pero lo quería hacer, algo cliché, tenía que salir a ver las nubes del
amanecer.
Eran mis nubes favoritas, esas nubes naranjas,
naranjas por ser las primeras en recibir los primeros rayos del sol, que tienen
formas esplendidas, como de un campo de batalla colonial, esas nubes decidido
iba a ver.
Ajuste mi calzado, seque mis lágrimas, me levante
de nuevo, use mi chaqueta, pues a esa hora la brisa mañanera es fastidiosa para
mí, limpie mis lentes lleno de grasa y descuidados, tome algo de dinero ya que
pensé en desayunar, comenzar de nuevo requiere cosas nuevas.
Comencé a caminar, escuche de nuevo los pájaros,
esos cantos mañaneros que tiene ellos, alce la mirada, comencé a admirar las
nubes y seguía caminando, descuidado, solo admirando las nubes, las miraba
mientras pensaba el sabor del juego que iba a degustar… Un ruido, un golpe, un
destello, todo se volvió rojo oscuro y desierto; así sin sorpresas sangrientas,
sin dramas, sin llantos traumáticos, sin drogas ni cortadas, como unas horas
antes lo anhelaba lo ansiaba, como de verdad lo quería llego, llego la muerte
solo con un ruido, el ruido del vidrio roto, solo con el olor del caucho quemado
en el asfalto, solo con el destello de un descuido, solo con una sensación.
Libertad al fin, en un segundo paso, no como una
vez lo planee pero llego.
“Si quien dijo nunca abandonarme y solo me
dejo, si quien me abandono y luego volvió, si quien nunca estuvo conmigo y me
utilizo, por qué no he de reunirme con quien me amo y sin ella desearlo me
abandono…”
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