viernes, 11 de noviembre de 2022

 Si un día he suicidarme, hoy no será este día.

Hoy de nuevo en mi mente ronda la idea de la muerte, se pasea entre mis ideas cual buitre planea en circunferencia perfecta tras la espera de que su occisa presa, vaga y silente se adueña de mi ser, débil, pero constante como gota que erosiona la piedra caliza, sin prisa alguna llegas adueñándote de mis ideas, de mis recuerdos, de mis esperanzas, de todo lo que mi imaginación alguna vez pudo guardar en mi subconsciente. Lo que alguna vez fue de color gracias a ti, negro ahora es. Siento como tu mano se posa en mi hombro, como tus dedos desde el pulgar hasta el meñique me aprietan con fuerza, pero no una palmada de esas gratificantes, de esas que te hacen sentir que todo está bien, no, todo lo contrario la sensación que me da tu presencia en mi espalda se parecida a esas noches frías, en las que dubitando entre el sueño y la realidad los terrores nocturnos me paralizan, me atan de manos y pies, mientras que las voces y miradas me tortura, voces irreconocibles, gruesas y crudas que sin armonía alguna claramente se dan a entender, quieren que me vuelva loco, solo superada por la sensación de las miradas, miradas penetrantes como el cuchillo más lento que se hunde en la carne, cortando cada capa de la piel, atravesando cada fibra de los músculos, llegando hasta la medula ósea, miradas filosas y cortantes… Es tu presencia vieja amiga que me visita, musa de mis buenos sentimientos.
Aunque te apoderes de mi mente, esparzas por mi subconsciente la idea del suicidio, aunque de mi inteligencia te hagas dueña y la nubles, aunque ciertamente la idea suene tan tentadora de acabar trágicamente con todo se haga tan suculenta, aunque por muy fuerte que te creas, aunque en cada rincón, en cada espacio, en cada neurona de mi mente te encuentres en este momento, de algo si jamás te adueñaras, mi espíritu, mi alma, mi ser se mantienen intactos se mantienen firmes ante tu presencia, combatiendo fuego con fuego, haciendo de tu infierno de dolor y penas, un infierno de pasión e ímpetu el cual me impulsan cada día a vivir más, a soportar más, a aprender más por el cual he decidido que si un día he de suicidarme, no será este.

martes, 27 de febrero de 2018

Metamorfosis.


Inspírame a sumergirme en tu lienzo, navegar en tus acuarelas y a estar a merced de tus pinceladas; ser parte de tu historia, dedicarte un verso eterno cerca de tus mejillas, nariz y barbilla. Deshacerme de lo que me ataba, volar junto a ti en una pintura realizada por ambos, sujetados de manos e impresionando a quienes asombrados nos admiren. Tu ser quien a mi grafito le de punta, deslice en miles de papeles lindas letras llenas de amor, ser tu esa quien a mi mente llegue, la haga despegar, la haga volar y prosas soltar. Ser tu y yo un Piccaso o un da Vinci, ser tan tempestuoso como el vaivén que deja Perséfone en sus viajes del olimpo al inframundo, dejando a su ida tristeza y en su vuelta el hermoso brillo de la primavera. Ser distintos amores, ser perfectos como Platón, un amor lógico como Aristoteles, metódicos y analíticos como Descarter, éticos y correctos como un amor Spinozo, ser tuyo por su puesto tu mía un amor tiránico como Hobbes, desgastar nuestros cuerpos de manera liberal como lo sería un amor Lockiano, un amor Rousseaoso salvaje e indomable, ser eternos y transcendentales como un amor Kantiano, ser tú en mí y yo en ti elocuente y dialectico tal como lo sería un amor hegeliano, ser un amor Marxista revolucionarios ante las adversidades; un amor Comtiano positivo y feliz, por ultimo ser un amor nietzscheniano libre del bien o del mal, convirtiéndonos en todo dentro de esta irremediable nada.

Nubes de esperanza.


I
Otra vez solo, otra vez la oscuridad, de nuevo en la lluvia no lo puedo evitar, son ya sentimientos natos en mí, que me queman, consumen y ahogan, que me subyugan y afligen, me crucifican delante de todos y yo en silencio, sentimientos muertos, no muerto como falta de vida, si no muertos de mi muerte.
Resignado ya al abandono, desechado por el olvido, carcomido por las dudas y ansiedades, siempre soy yo… Ese el dudoso, el inseguro, apostado por una muerte, muerte rápida, sin dramas, sin llantos ese soy yo anhelado desvanecerme.

Pues aquí me encuentro, ya decidido, con todo listo, drogas, analgésicos, hojillas, cigarros, fuego, cualquier cosa que me sirva para hacer llegar mi fin, preparado para todo, mi fin…
Ya estoy listo pienso, imaginando, queriendo saber que piensan, que piensan ellos, las sobras que me rodean, quienes dicen quererme y acompañarme, o las sombras que me abandonaron, los seres que nunca estuvieron y quienes murieron dejándome en mi soledad, saber que piensan.
II
-Quien dijo nunca abandonarme-
Me decepciono, si quiere soledad que solo este, ya desisto de él, ya no tiene reparo, ya es un adicto al dolor, a los placeres y a su estúpido hedonismo que lo volvió más distante, más grosero, mas de lo que odio ¿Por qué, por qué no puede ser como yo? Me pregunto cada día, pero ya desisto de él, si no se vuelve un yo, un monótono mujeriego, irresponsable para las responsabilidades y responsable a las irresponsabilidades, con aires de grandeza, pues nunca ni ahora ni después tendrá mí apoyo, ya solo esta que solo se quede.

-Quien me abandono y volvió-
Aquí me encuentro a su lado, culpable de su dolor, de su soledad, no le debí abandonar aquella vez, cuando por primera vez él me necesito, cuando de verdad tuve que ser su hermano mayor, ahora pago lo que hice, volviendo su alma tan sola y negra, tan cansada con tan solo un cuarto de sigo de vida, lo dañe, solo quiero enmendar, remediar todo, complaciendo, queriendo llenar sus vacíos, autolesionando mi corazón apoyando sus acciones, aquí estoy intentando rescatar quien está solo.

-El que nunca estuvo-
Soy yo no más nadie, si él no me acepta es él el errado, no me importa lo que piense, no me importa lo que sienta, no me importa lo que me diga, solo es un pedazo de mi salido de mis bolas y parido por una vagina con boca, fingiré quererle, fingiré entenderle, fingiré educarle, fingiré todo, solo lo utilizare, utilizare su triste y patética vida para yo ser feliz, ya solo lo deje una vez, que solo viva ya.
III
Respiro pensando en ellos, tan solo llevo tres, tres almas, tres mentes, tres vidas, tres ideas, no creo que me haya equivocado en lo que piensan de mi, no lo creo, llevo toda mi vida observando, escuchando y analizando, es lo que demuestran, no lo que dicen es esto lo que digo, sigo decidido en lo que hare, después de esto más firme en mi muerte estoy, lo hare hoy, esta noche, a la hora pautada, tal vez esta vez sí lo logre por fin, esta vez sí muera.
Ahora voy a por ti, quien me engendro, a quien espero ver allá en mi ansiado lugar de reposo, a ti quien perdiendo pido, ojala te vea y te lo pueda decir, me puedas perdonar y abraces, me beses como lo hacías, volver a fantasear conmigo, soñar en ser mejores, ojala lo hagas espero que sí.
IV
-Quien me amo, no me quiso dejar pero lo hizo-

No lo quise hacer, perdón, perdón hijo, no este así, no lo hagas, no lo pienses, me queman por dentro tus ideas de morir, me satura tus deseos de desaparecer, ya tu me hacías feliz; aunque no me puedas tocar, besar ni abraza hijo en ti siempre voy a estar, perdón de nuevo hijo, se feliz inténtalo, tu puedes, solo hazlo ¿Por qué no lo intentas? Eso a sido peor que mi muerte, eso me esta doliendo más que haberte dejado, eso me esta doliendo más que haberte dejado ¿Acaso no lo sientes? ¿No lo ves? ¿Has olvidado lo que te enseñe? No lo puedo creer, tanto que en ti confíe, ahora te conozco de corazón y… Aun así después de descubrir tus demonios hijo te amo y te perdono, de nuevo te lo digo, se feliz tu puedes, aunque sientas que no tienes logros, que nada tiene sentido, aunque solo te veas, aunque te frustres y llores, te lamentes y sufras, eres un luchador, un alma fuerte eres tu, más nadie; mis esperanzas están en las estrellas, en la luna, en el sol y en las nubes que tanto admiras, si ahora lo sé, ya se cual es tu cosa favorita, son las nubes, ojala lo hubiese sabido antes, allí están postradas esperando por ti, echas para ti, alcánzalas hijo, pero no así no en tu muerte. Aquí te esperare hijo, a su tiempo, cuando menos te lo esperes nos reuniremos, estaremos juntos, te besare, te abrazare, te cocinare, te aplaudiré, hare que me escribas esas cartas de amor que tantos admiran, esas cartas que le escribías a tus amores, ahora eso lo sé también, mi gran don de amar ya se a quién lo herede, te lo deje a ti. Cuando nos reunamos todo eso que extrañas lo hare realidad, te perdono, sépalo hijo si lo perdono, sea feliz hágalo inténtelo… Y recuerda no estás solo mientras las nubes están en el cielo.
V
Luego de horas, de minutos y segundos pensándolo, fue ella quien de nuevo me detuvo, fue ella quien me ilumino, fue ella aunque sin estarlo me salvo, fue ella quien en una nube me hablo, en una nube me rescato, en una nube me elevo al cielo, fue ella de nuevo quien frustro mis planes suicidas, quien me dio esperanzas.

Pase el resto de la noche conversando con ella, respondiendo sus preguntas, conociéndonos más de lo que ya lo habíamos hecho, parecía un psicótico riendo, llorando, peleando solo, pero allí estaba sentado, conversando con ella, llenándome de nuevo de ilusiones nuevas, de sueños y razones para vivir, no era ella, era yo mismo resolviendo mi vida, pero esa fue la razón que le quise dar, era yo dándome un inicio, digo que es ella pues en ella me inspire a continuar; pasaron más las horas, sin contar los minutos de nuevo amaneció, el sol salió y calentó mi cara, a mis odios el sonido de los pájaros llego, admire el inicio del amanecer por la ventana, ya decidido de que no lo haría ni intentaría matarme más, era momento de superar esa etapa, era momento de seguir, insistir y persistir, solo habían dos cosas simples por hacer. Desechar mis herramientas de tortura, navajas, drogas que comprendes desde pastillas hasta de las que se esnifan, esa noche iba con todo mi arsenal, con todo a ponerle fin a mi historia de terror y como un común cuento de terror al salir el sol renació la esperanza, renació de nuevo lo que pensé alguna vez estaba muerto, deseche todo, sonreí y una última lagrima de ese dolor en mi cara rodo. Respire y supe que supere todo, ya solo me quedaba una cosa absurda por hacer para culminar mi intento de tragedia, era tal vez un capricho tonto, pero lo quería hacer, algo cliché, tenía que salir a ver las nubes del amanecer.

Eran mis nubes favoritas, esas nubes naranjas, naranjas por ser las primeras en recibir los primeros rayos del sol, que tienen formas esplendidas, como de un campo de batalla colonial, esas nubes decidido iba a ver.
Ajuste mi calzado, seque mis lágrimas, me levante de nuevo, use mi chaqueta, pues a esa hora la brisa mañanera es fastidiosa para mí, limpie mis lentes lleno de grasa y descuidados, tome algo de dinero ya que pensé en desayunar, comenzar de nuevo requiere cosas nuevas.
Comencé a caminar, escuche de nuevo los pájaros, esos cantos mañaneros que tiene ellos, alce la mirada, comencé a admirar las nubes y seguía caminando, descuidado, solo admirando las nubes, las miraba mientras pensaba el sabor del juego que iba a degustar… Un ruido, un golpe,  un destello, todo se volvió rojo oscuro y desierto; así sin sorpresas sangrientas, sin dramas, sin llantos traumáticos, sin drogas ni cortadas, como unas horas antes lo anhelaba lo ansiaba, como de verdad lo quería llego, llego la muerte solo con un ruido, el ruido del vidrio roto, solo con el olor del caucho quemado en el asfalto, solo con el destello de un descuido, solo con una sensación.

Libertad al fin, en un segundo paso, no como una vez lo planee pero llego.

Si quien dijo nunca abandonarme y solo me dejo, si quien me abandono y luego volvió, si quien nunca estuvo conmigo y me utilizo, por qué no he de reunirme con quien me amo y sin ella desearlo me abandono…”


  Si un día he suicidarme, hoy no será este día. Hoy de nuevo en mi mente ronda la idea de la muerte, se pasea entre mis ideas cual buitre p...